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EL ENCUENTRO

El encuentro

Maribel era una muchacha normal de hoy en día, porque ser una madre separada hoy en día es muy frecuente.

Cuando se separo se quedo con el piso que habían comprado su esposo Miguel y ella ya que tenía a Myriam, una niña de 3 años que tenía que tener una estabilidad.

Ella trabajaba y no ganaba mal y con la paga de manutención que le pasaba su ex podía seguir pagando la hipoteca que tuvo que ampliar para dar a Miguel la parte que le tocaba de la cantidad que habían amortizado de la hipoteca.

Las cosas le iban bien ya que no hacía excesos y se ceñía al presupuesto. No le sobraba ni un euro al final de mes pero tampoco le faltaba. Vamos como la inmensa mayoría de los españoles que vivimos al día sin tener un colchón para los imprevistos.

Pero a principios del año pasado la empresa en la que trabajaba desde hacía 15 años les comunico que el negocio no estaba en su mejor momento por lo que los complementos que no venían reflejados en el convenio los iban suprimir ya que eran mejoras voluntarias que daba la empresa. Que entendían que si alguien no estaba de acuerdo y quería irse de la empresa esta lo entendería y si en algún momento las cosas volvían a ser como antes la empresa los llamaría ya que estaba muy contenta de cómo desarrollaban su labor y les sabía muy mal el tener que romper la familia que se había formado a lo largo de los años de trabajar juntos.

Todos los trabajadores aceptaron la nueva situación pues ya había estallado la mal llamada crisis y el trabajo estaba muy escaso para arriesgarse.

Maribel para seguir  pagando la hipoteca y dar a su hija la misma calidad de vida busco algún trabajo  a domicilio para poder hacerlo por las noches pero no encontró nada que fuese serio, probo varios que no gano nada eran más bien una tomadura de pelo.

Entonces se replanteo su vida desde el punto de vista económico, cosa que hasta ahora no le había preocupado en exceso. Se planteo si necesitaba un compañero para criar a Myriam con todas las comodidades del mundo moderno.

Al día siguiente busco consejo y desahogo en Adela una compañera de trabajo que como ella tenía una niña y vivía sola y a la salida del trabajo se fueron a tomar un café.

El local era espacioso y acogedor, se sentaron en una mesa junto a la ventana que daba al parque donde jugaban las dos niñas.

Pidieron un café cortado y un té verde con una rodaja de limón y al marchar el camarero.

Maribel,-   Estoy hecha un lio por culpa del dinero, he pensado en volver a probar compartir la vida con alguien, ya me entiendes formar una familia

Adela.-    Pero tú ya eres una familia con Myriam.

Maribel.-   Ya pero últimamente no tengo la alegría ni ganas de jugar con ella, tengo muchos quebraderos de cabeza que me tienen hasta de mal humor.

Adela.-  Hija tu hechas un polvo de vez en cuando?

Maribel.-    La verdad el último me dejo tan  fría que casi me quita las ganas, pero no es eso, son los recibos, la hipoteca, no tengo más que números en la cabeza.

Adela.-   Anda! Cuéntame lo de ese polvo….

Maribel.-  No vale la pena fue un chico que conocí hace un par de semanas, iba  a lo suyo, parecía encantador y atento pero una vez en la cama ni me pregunto como lo había pasado, cuando acabó se acordó que tenía que hacer no se qué y desapareció.

Adela.- Y que piensas llamarle para decirle que quieres formalizar la relación? Para que quieres un hombre que te pregunte de dónde vienes cada vez que te tomas un café después de salir del trabajo en vez de ir a casa directamente

Maribel.- Si no tengo ni su nº de teléfono jajajaj,. No es con él ni con nadie en especial, si no que creo que con dos miembros en la unidad familiar trabajando las cosas irían mejor.

Adela.-  Ah la economía, yo también voy de culo tengo que hacer virguerías para poder pagar el alquiler, el mes pasado tuve que sacar de la tarjeta de crédito para el alquiler y eso que no tuve ningún recibo extra que si no… y este mes ya veremos como pago lo mismo más el recibo de tarjeta.

Maribel.-   Pero tú estás de alquiler? Yo pensaba que la casa era tuya, bueno con hipoteca como todos.

Adela.-  No hija, es de alquiler y estaba pensando en cambiarme por alguno más barato pero lo que encuentro más barato necesita como mínimo una mano de pintura si no algo más y francamente meter a Judit en esos antros no me acaba de convencer.

Maribel.-   Se me está ocurriendo…. No sé si será una buena idea…

Adela.-   Eh?

Maribel.-  Mi piso tiene cuatro habitaciones y dos baños. Tú y yo siempre nos hemos llevado bastante bien ¿no?

Adela.- Si

Maribel.- ¿Qué te parece probar a vivir juntas y compartir gastos? De todos modos tenías pensado una mudanza, pues si sale mal y no sale bien pues sigues buscando donde ir.

Adela.- Mujer si no puedo pagar un alquiler como voy a pagar la mitad de tu hipoteca?

Maribel.- NO, mira, yo pago la hipoteca, y tú pagas los recibos del agua y de la luz que de todos modos los pagarías aunque algo más baratos al ser menos personas y la comida si compramos y cocinamos a medias siempre sale más barato ¿Qué te parece?

Adela.- Pues mira me está gustando la idea.

A últimos de mes hicieron la mudanza, poca cosa, ropa, cubertería, batería de cocina y algún electrodoméstico, los muebles eran de la casa por lo que pudieron meterlo todo en un viaje de una furgoneta de alquiler.

Las niñas se entendieron muy bien desde el primer día y las madres no paraban de hablar y reírse las bromas que se gastaban mutuamente, era un ambiente jovial.

A primeros de este año la empresa volvió a reunir a la “familia” como el jefe decía para comunicarles que con la nueva reforma laboral se iba a descolgar del convenio colectivo porque preveía perdidas en los siguientes 6 meses por lo que iba a reducir el salario un 10% o se vería obligado a despedir a un 30% de la plantilla.

Esta vez el personal protestó y levantó la voz con sus quejas,

El jefe corto por lo sano “Si alguien no está de acuerdo ya sabe dónde está la puerta”

El delegado sindical dijo “Y si nos vamos todos ¿qué haría sin nosotros?”

El jefe- Anda que no hay que harían vuestro trabajo por la mitad del dinero que me costáis ahora

El delgado.- Pero tendría que enseñarlos y eso cuesta tiempo y dinero

El jefe.- Decidme los que os vais y comprobaré cuanto tiempo se tarda en aprender lo que estáis haciendo.

Ante la contundencia de las palabras del jefe se hizo el silencio, se miraron entre ellos con los ojos entristecidos y desaparecieron todos cabizbajos. Al día siguiente todos aceptaron las nuevas normas, los aprendices fueron los más reticentes pero aconsejados por sus padres continuaron en el trabajo por la escasez de ofertas de empleo.

Esta noche Adela y Maribel después de acostar a las niñas abrieron una botella de vino y se pusieron a despotricar de la empresa.

Empezaron por el cambio que habían notado en el jefe del año anterior a este respecto al trato con los trabajadores mientras que la familia del jefe no se perdía ni un fin de semana el ir a Baqueira-Beret a esquiar y alternar con la crem de la crem, después lo cobarde que habían sido todos por el temor de perder el trabajo.

A Maribel le salto unas lágrimas en los ojos y tal vez por los efluvios del vino rompió a llorar de rabia, Adela la consoló, la abrazó pero Maribel seguía llorando entonces para tranquilizarla la besó en la frente y se unieron en un interminable abrazo, cada vez el abrazo era más intimo, sus cuerpos se fundían en uno solo y  una corriente les recorría el cuerpo, se miraron fijamente a los ojos y sus cabezas se acercaron uniendo sus labios en un intenso y ardiente beso notaron sensaciones que creían olvidadas, se volvieron a besar y así continuaron toda la noche.

Cada una parecía descubrir en la otra el reflejo de su cuerpo que conocían perfectamente,  a cada caricia le correspondía otra más placentera, ya sin pudor fueron acariciando las zonas cada vez más íntimas que les hacía soltar algún gemido, a veces se entrecortaba la respiración recuperándola con un jadeo era un intercambio de sensaciones viejas, casi olvidadas de aquellas primeras veces que se iba despacio,  pidiendo permiso y no se negaba nada, la exploración de lo desconocido, buscar una señal única en el otro cuerpo que no sabes donde esta pero la tienes que encontrar.

Habían roto barrera prohibidas

A la mañana siguiente se miraron con ojos sorprendidos y un rubor extraño, casi como de vergüenza, ninguna de las dos supo que decir, se levantaron y prepararon el desayuno a las niñas, en los preparativos sus cuerpos se rozaron y las dos notaron una agitación que les recorrió todo su ser, el corazón palpitaba más fuerte sonrojándose, con un acto reflejo se separaron cada una en el sentido opuesto de la otra.   Continuaron con su vida cotidiana como si aquella noche no hubiese tenido lugar.

Hoy en la actualidad siguen viviendo juntas, pero sus cuerpos nunca más se han rozado y nunca han hablado de aquella noche. Saben que el placer que  sintieron no lo van a encontrar en ningún hombre ni en ninguna mujer porque se aman en secreto y tiene la esperanza de que algún día o alguna noche se  vuelva a repetir.

La empresa sigue funcionando. Los trabajadores siguen trabajando. Los encargos tardan más en producirse pero el jefe está contento porque ahora les paga menos y tiene una empresa competitiva que le sigue permitiendo estar con la crem de la crem.


4 comentarios

  1. rafelin71 dice:

    Bien Edu, te animo a q escribas más!!! Intuyo un pequeño fallo al final, pq veo que queda la frase cortada, pero la continuación está más arriba…pero es culpa de la publicación. änimo!!

  2. Joana dice:

    Edu, un saludo, por fin he leido algo tuyo, segiré….un beso, Juani….

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