Este año con la mudanza y el asentarse en la nueva casa pensaba que no iba a hacer huerta y encima tengo la placa que no me carga la batería con lo que me dificulta el estar en condiciones arriba en la montaña.
Pero las circunstancias varían y lo que son las cosas. Paseando a los perros descubro unos bancales de olivos jóvenes que estaban perdidos, llenos de vástagos y decido buscar al propietario para ofrecerle el recuperarlos y darle una parte del aceite que se saque.
La propietaria, una viuda que sus hijos viven fuera del pueblo acepta, yo le comunico que no voy a labrar la tierra porque la voy a trabajar en permacultura, desbrozando y abonando sin productos químicos para que no se extrañe.
Mi primer trabajo consistió en desbrozar y podar los olivos, unos cuarenta, y cuando me quedaban 14 decidí hacer un taller de poda al que acudieron 10 participantes
Fue gratificante compartir los conocimientos que cada cual tenía sobre la poda de olivos y se consiguió terminar la poda, curiosamente los que me preguntaron por el precio no vinieron, quizá les pareció que una cosa que era gratis no merecería la pena hacerla, no lo se pero la cuestión es que acudieron dos técnicos titulados que compartieron sus conocimientos teóricos y unos cuantos que teníamos la experiencia autodidacta y fue una jornada muy provechosa.
Como los bancales de olivos están muy cerca del pueblo solía ir andando con los perros y me enteré que existía una senda perdida que comunicaba los bancales con el final de la calle al lado de mi casa por lo que si la recuperaba podría ir sin pasar por las calles del pueblo con los perros sin la preocupación de que si orinan o cagan por la calle y el consiguiente acto cívico de limpiar lo que ensucian que no es muy agradable pero si de buen vecino.
Total que se me había pasado la temporada de preparar la huerta y ya me había resignado a no hacerla pues el terreno de olivos no tiene agua, cuando un compañero de trabajo me ofrece un depósito de 1.000 litros de agua y ya me surge la vena del hortelano, semilleros había hecho aunque no sabía donde plantarlos, busco un lugar soleado y con la amplitud entre los olivos donde poder hacer una huerta mínima.
Como la tierra es muy deficiente pues la habían tratado con herbicida le he tenido que añadir mucho compost de cosecha propia y sustrato de la montaña de las sendas que han abierto este año los del taller municipal que han limpiado algarrobos, lentiscos, coscoll y demás arbustos y matojos descubriendo ese sustrato de años y años cambiando las hojas que se depositan debajo de los arbustos, ya se que no es ecológico robar ese sustrato del monte pero en esta ocasión el viento y el agua lo hubiera cambiado de sitio al hacer esa limpieza de monte para hacer camino donde se había cerrado con el paso del tiempo o eso quiero creer para justificar el robo a la naturaleza que he hecho.
La huerta se compone de cuatro surcos cortos de seis o siete golpes (plantas ) de largo uno de judías, otro de tomates, otro de pimientos y el último tal vez de berenjenas y tomates pues los semilleros de berenjenas han fallado y no podré plantar más que creo que son cuatro cinco berenjenas que me han brotado y puede une haga unos hoyos de melón y balancín.
El agua la he conseguido de un corral que esta cerca y he cerrado un trato con el dueño que me dará agua cada vez que quiera llenar el depósito y así me ahorro el trajín de garrafas y depósito desmontable que había pensado acarrear con el coche.
El riego lo hago con manguera exudante enterrada de la marca arteria eco que compré hace creo que dos años y me va de maravilla ahorrando agua y a la hora de quitarla se hace un ovillo pues es de una especie de tela porosa .
Osea que ya me tenéis este año también contando como va la evolución del huerto.
NOS SEGUIREMOS COMUNICANDO!!!!
Unas fotos de la senda que abrí
Unas fotos del taller de poda
Y como no de la huerta , el depósito, la manguera etc
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